Llegada a Irán

Llegamos al aeropuerto de Imam Khomeini, el que está más retirado de la capital, Teherán.

Tras pasar los controles de pasaporte y validación de visados, acudimos directamente a una oficina de Exchange en el propio aeropuerto. Allí también encontraréis iraníes que tratan de cambiarte el dinero enseñándote unas tablas de cambio entre divisas. Personalmente no lo aconsejo, por lo que recomiendo cambiarlo directamente en una oficina.

El Rial es la moneda oficial de Irán, aunque el Tomán sigue siendo una moneda de cuenta para denominar cantidades de dinero. Normalmente los precios están marcados en tomanes (1.000 tomanes = 10.000 riales).

El siguiente paso fue comprar una tarjeta SIM iraní MCI con un total de 4GB para navegar por internet por un valor económico de no más de 3 EUR. Recordad que en Irán el acceso a la mayoría de las plataformas que utilizamos está censurado (Facebook, Spotify, YouTube…) Instagram y WhatsApp sí están disponibles, aunque la velocidad de las redes WiFi por lo general no es muy rápida. Definitivamente aconsejo utilizar una tarjeta iraní durante tu viaje.

Como el aeropuerto de Imam Khomeini se encontraba algo retirado de Teherán, optamos por instalar la aplicación Snapp, muy similar a Uber.

Es imprescindible tener una tarjeta SIM iraní para descargar y utilizar la aplicación. El uso es muy intuitivo, seleccionas la ubicación a donde tienes que ir y enseguida tendrás disponible un conductor. De esta forma también evitaréis variaciones o regateos de precio, así como una posible falta de entendimiento por cuestiones de idioma con el conductor.

Teherán

Teherán capital de la República Islámica de Irán situada al norte del país al pie de los Montes Alborz con cerca de 9 millones de habitantes hace que sea una de las ciudades más importantes del mundo islámico.

Llegamos a nuestro destino donde nos esperaba la encantadora Arefe con un desayuno y té iraní. Decidimos descansar un par de horas ya que el viaje había sido largo.

Nuestro recorrido por Teherán empezó con la visita de Torre Milad, siendo la torre más alta de Irán. Se ubica en el noroeste de la capital y mide 435 metros desde su base hasta la antena. El precio para visitar la torre es de 350k riales. Merece la pena visitarla, ya que tiene unas vistas increíbles de la enorme ciudad, a pesar de que la contaminación no deja ver con demasiada claridad las montañas que rodean la capital. En la parte superior podéis visitar un pequeño museo incluido en el precio de la entrada. También cuenta con un restaurante, pero en este caso no lo visitamos.

Desde Torre Milad nos desplazamos en taxi hasta el Grand Bazaar. Su longitud de más de 10 kilómetros se distribuye por corredores cada uno especializado en diferentes tipos de productos. Cuenta con varias entradas, siendo Sabze-Meydan la entrada principal.

Escapando de la caótica capital, por la noche decidimos visitar Darband, un encantador barrio dentro del área metropolitana de Teherán. El lugar se encuentra en medio de la naturaleza y es una visita obligatoria. No te arrepentirás de pasear entre sus caminos con árboles y pequeñas cascadas de agua que proviene de las montañas. Puedes escuchar el sonido del agua y respirar el aire puro mientras degustas una típica cena iraní sentado en las alfombras persas que componen sus hermosos restaurantes. Allí mismo tenéis lugares que recomiendo para probar el té iraní mientras fumáis una shisha.

Nuevamente dentro de la capital, visitamos la Torre Azadi que es el monumento más representativo de la ciudad de Teherán. Se trata de un emblema de la modernización del país haciendo homenaje a la libertad y dentro de la misma existe un pequeño museo y un mirador. En la explanada se haya una moderna fuente que por la noche tiene una iluminación espectacular.