Wadi Al-Shab está situado en las cercanías de la ciudad de Tiwi y nos desplazamos hasta allí en autobús desde Sur.
La visita del Wadi Al-Shab se puede hacer por libre y es una de los lugares estrella si vas a Omán.
Nos bajamos del autobús prácticamente en plena autovía y al coger el camino de bajada, nos encontramos con un adolescente que nos invitó a subir en su camioneta para acercarnos hasta el acceso del propio Wadi.

El acceso al Wadi Al-Shab se hace a través de una especie de embarcadero donde os llevarán hasta la otra orilla en un bote de motor eléctrico por tan solo 1 €.

En este momento empieza el recorrido a pie por un sendero de piedras entre palmeras y pequeñas cascadas de agua dulce. Es un rincón único en Omán y que llama muchísimo la atención por sus aguas de color turquesa.




Finalmente llegaréis a la garganta donde está permitido el baño y podréis nadar hasta la cueva donde se encuentra la gran catarata. Es importante que llevéis calzado apropiado para ríos, ya que está lleno de piedras y si no lo pasaréis mal.


Al salir del Wadi Al-Shab y antes de volver a Sur, en esta ocasión en taxi, decidimos pasar unas horas en la playa de Tiwi. Una playa prácticamente virgen donde el baño en las aguas del Mar Arábigo es una parada obligada.

